La transición tecno-productiva-laboral
- Luis Porto
- 15 ago 2022
- 3 Min. de lectura
Otra transición que a nivel global, regional y nacional afecta al hemisferio se relaciona con el desarrollo tecnológico.
La aparición de la impresión 3D y la robótica, la biotecnología, la digitalización, la inteligencia artificial…, y la posibilidad de la fertilización cruzada de las nuevas tecnologías, marcan una época de cambios en materia tecnológica.
Esto va a cambiar sustancialmente al menos dos esferas:
La esfera de productivo-laboral
la localización de las empresas multinacionales
1. La esfera Productivo-Laboral
En todos los países existe un solapamiento de trabajos con diferentes niveles de productividad, desde el trabajo informal, de muy baja productividad, caracterizado por la baja calificación del trabajador que realiza tareas simples y que requieren pocas interacciones con otros trabajadores dentro o fuera de la empresa, hasta aquel altamente calificado intensivo en el uso de conocimiento y tecnología embebido de múltiples interacciones entre trabajadores o entre trabajadores y otros factores productivos, dentro y fuera de la empresa.
En los productos de baja complejidad como los del trabajo informal quizás no haya muchos cambios, y en los de alta complejidad, quizás la complejidad se incremente un poco y se desarrollen nuevos productos, más complejos.
El problema estará en los estratos medios.
La automatización de los empleos, el incremento del trabajo remoto o híbrido, la digitalización, la obsolescencia acelerada del conocimiento son algunos de los fenómenos que van a impactar en la “pirámide salarial”, incrementando el informalismo y los trabajos de bajo salario y al mismo tiempo incrementando los trabajos de alta productividad y altos salarios, que no necesariamente se localizarán en los países que se localizan hoy los trabajadores.
El gráfico adjunto muestra la importancia del fenómeno en algunos países de la región.
PROBABILIDADES DE AUTOMATIZACIÓN DE LOS EMPLEOS EN LAS ECONOMÍAS MÁS GRANDES DE AMÉRICA LATINA

Los trabajos propios de los salarios medios de la pirámide tenderán a reducirse.
Además, el rápido desarrollo tecnológico y la globalización han contribuido al incremento de la productividad, pero esto no se ha trasladado a mejores salarios para aquellos no vinculados a los sectores de alta productividad inducida por el cambio tecnológico.
Desaparición de estratos medios y mayor desigualdad es la amenaza latente en esta transición-
La transición debe ser objeto de análisis y políticas en cada país.
Nuestra preocupación no debe centrarse en recrear los trabajos ineficientes que se pierdan sino en el desarrollo de capacidades en esos trabajadores para poder ocupar los empleos del futuro; en generar productos, servicios y nichos de mayor valor agregado, mayor complejidad.
2. La localización de las empresas multinacionales
Dos tercios del crecimiento del comercio mundial se explica por el comercio intra-firma. Es decir, por firmas que se especializan en componentes, en cada uno de los países del mundo y luego intercambian para ensamblar en otros países y, por último, generar un producto en otro país diferente. Sin embargo, esta práctica está cambiando con la introducción de la impresión 3D, la digitalización y la robótica: lo que hoy se produce en 20 o 30 países, se empieza a producir en sólo 3-4 países. Esto significa que las cadenas globales se están transformando en cadenas regionales de valor, y lo están haciendo en Asia, modificando sustancialmente los desafíos para los países del hemisferio americano en ese sentido, surgiendo la necesidad de desarrollar actividades más sofisticadas en las cuales la importancia del conocimiento y la tecnología son importantes.
El bajo costo comparativo de la fuerza de trabajo en la región impedirá que muchos empleos sean sustituidos en el corto plazo. Sin embargo, se prevé que estos fenómenos produzcan efectos más graves en el mediano y largo plazo debido a una “prematura desindustrialización” de la región y la pérdida de competitividad. Se pronostica que para el año 2025 los países industrializados más avanzados tendrán una ventaja comparativa sobre el costo de producción manufacturera con base en el ritmo de automatización tecnológica.
Todavía se puede actuar.
Las nuevas tecnologías que reconfiguran las cadenas productivas globales de valor generan una gran oportunidad para la introducción de Políticas de Competitividad a nivel local.
Estudios en los que he participado muestran que existe una alta relación entre la complejidad de los productos y el desarrollo de capacidades, en particular de preparación tecnológica y la infraestructura.
Los más golpeados son quienes tienen menos educación, habilidades y aptitudes ligadas a la tecnología y al mercado global y eso podría revertirse desde lo local. Se debe invertir en la educación para la mejora de las habilidades de la juventud.
La Infraestructura también se puede desarrollar desde lo local, al igual que la cooperación Universidades Empresas para desarrollar la preparación tecnológica de las empresas.
Particular énfasis debe tener la identificación de políticas en las que el contexto social sirva como base de los conocimientos y aptitudes a desarrollar.
Es necesario “salvar” los estratos medios.
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